Nací el 30 de diciembre de 1975 en Santander, aunque viví en Villacarriedo hasta la Universidad. En aquella época no existían los estudios de nutrición de forma reglada, por lo que me titulé en Ciencias y Tecnología de los Alimentos. Posteriormente, finalicé el grado de Nutrición y Dietética Humana para obtener las competencias como nutricionista. La formación y actualización de conocimientos ha sido una constante en mi carrera profesional, estudios de nutrición deportiva y antropometría humana, para medir la composición corporal, y más enfocado estos últimos años a la nutrición clínica, en enfermedades autoinmunes, o relacionadas con el aparato digestivo. Empecé mi andadura en el 2004 abriendo la consulta de Sarón, y no fue hasta el 2015 cuando abrimos la consulta de Santander, con la intención de posicionarnos en la capital. Actualmente tenemos un equipo formado por 2 nutricionistas en Sarón y 3 en Santander, coordinados con un cuarto, que hace las funciones de gerencia y organización. Contamos también con una recepcionista en cada clínica, que son las encargadas de gestionar las citas de nuestros pacientes. En mi caso, aparte de las consultas, llevo la dirección técnica. Aunque todos somos nutricionistas estamos repartidos en diferentes especialidades nutrición, como la deportiva, en patología digestiva, en el paciente oncológico… Sin embargo, un gran porcentaje de nuestros pacientes nos requieren para la mejora de la composición corporal.